miércoles, 2 de diciembre de 2009

Ser mujer no es sinónimo de ama de casa.


En 1985 Manuel Flores en “la mujer y las profesiones liberales” plantea uno de los grandes problemas que, inclusive en la actualidad, las mujeres afrontamos. Durante siglos la sociedad ha sido patriarcal y por lo mismo a la mujer sólo se ha dado el derecho y al mismo tiempo la obligación de hacerse cargo de “la casa” y “la familia”. Cuando se logro establecer que las mujeres no necesariamente son eso, y que además tienen las mismas capacidades intelectuales, o algunas veces hasta físicas, entonces el pretexto que encuentran para detenerlas es el decir que:” se desintegrara la familia”.

El hecho de que una mujer logre llegar a los altos estudios y pueda ocupar buenos puestos de trabajo no significa que abandone a su familia. Existen familias en las que la madre no trabaja, no tiene estudios y la unión no es la más grata. Pero si una mujer es educada, tendrá mayor oportunidad de unir a todos los integrantes de una familia, de lo contrario sólo podrá hacer uso de la experiencia, y si ésta no fue la adecuada, sólo se continuará con el círculo vicioso que hemos llevada hasta la fecha en la sociedad, no es que todas las familias sean así, pero sí por lo menos la gran mayoría. Además ¿cómo saber si la familia está realmente unida?, ¿se conoce por lo menos a una familia que lo sea, o simplemente se conocen apariencias?

Manuel Flores, “La mujer y las profesiones liberales”, en Lecturas mexicanas sobre educación, antología por Sergio Martínez García, México, FES- Acatlán, 2008, pp.254-257.

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